Pared blanca que contrastas
con la negra soledad.
Soledad de aquél que llega
Soledad del que se va.
Pared blanca que recoges;
llanto, suspiros y penas
de aquel que viene y se va.
Pero de aquél que se queda
¿Qué recoges?
Su recuerdo nada más.
Claveles, rosas, gladiolos...
Hoy taparán esas losas.
¡Apenas se ve su nombre!
Mañana...
Mañana ¡Ya es otra cosa!
K.M.A
1998